UNO

"Cuando UNO escribe, el lector es UNO." - Jorge Luis Borges

06 septiembre 2007

La cura del Alzheimer, en el horizonte

Un viso de esperanza para aquellos que sufren o sufrirán esa terrible enfermedad: un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard, dirigidos por Matthew Hemming, han creado una terapia genética con posibilidades de convertirse en un tratamiento efectivo contra dicha enfermedad.

El Alzheimer (+) se caracteriza en las primeras fases por una progresiva pérdida de la memoria y de otras facultades mentales superiores (cambios de conducta, perdida de habilidades, del habla, etc.), aunque se va agravando hasta llegar a afectar a funciones cerebrales primarias, como el control de los músculos, causando pérdida de movilidad e incontinencia. Su causa esta relacionada con la formación de placas de una proteína llamada beta-amiloide en el tejido neuronal.

Se sabe por unos estudios de la Universidad de California que la enzima neprilisina ataca los acúmulos de beta-amiloide y retrasa su formación, pero el método usado para introducir esa enzima en el cerebro se mostró peligroso: se utilizó una versión modificada del virus del SIDA, pero produjo la muerte de varias personas con las que se realizaban las pruebas, debido a inesperados efectos secundarios de usar un virus.

Ahora, los estudios y experimentos llevados a cabo por Matthew Hemming y su equipo han conseguido, aunque, de momento, sólo en ratones, introducir con exito y sin efectos secundarios la enzima neprisilina en el cerebro con Alzheimer. El método consiste en modificar genéticamente células de la piel del individuo a tratar, con lo que no hay rechazo, de modo que produzca la enzima necesaria, e inyectar el cultivo de las células modificadas en el cerebro, en áreas afectadas por las placas de beta-amiloide, observándose la reducción de las mismas no sólo en el área de implantación sino también en zonas más alejadas.

El problema que ven el equipo que ha desarrollado la técnica para aplicarla al cerebro humano es el gran tamaño de éste, lo dificultoso de inyectar las células modificadas en áreas tan grandes, por el que se estudian métodos indirectos de realizar la implantación de las mismas para producir neprilisina, como, p.ej, inyectarlas en el fluido cerebro-espinal, o en la sangre en forma de capsulas que irían liberando la enzima.

Noticias esperanzadoras, ciertamente.

Fuente: NewScientist

1 Comments:

At domingo, 07 octubre, 2007, Blogger singuango said...

¿Sabes cuál sería la mejor noticia para los que conocemos el alzheimer? No que descubran una vacuna con la que van a traficar y que sólo va a enriquecer a unos pocos, esos que llaman "investigadores" (harto estoy de que los presenten como seres abnegados que emplean su vida en buscar curas, cuando lo que persiguen es una patente que les retire; y en la investigación del alzheimer hay unos cuantos showmans que van de ese palo, los que estamos en ello los conocemos) sino que los estados destinen más recursos, económicos y humanos, al cuidado de los enfermos y de sus familiares.

El tímido, estético e hipócrita parche que en España supone la famosa ley de dependencias no basta para paliar mínimamente el problema, ni aunque todo lo que propone se cumpliera mañana mismo. Es una ley que nace capada.

Lo triste es que el alzheimer ya es centenario, hace tiempo que los estados saben que las poblaciones envejecen y que hay que destinar recursos a ocuparse de esas personas, pero no hacen nada. Ni lo harán en serio hasta que el problema sea ya una pandemia. O peor, es que no quieren ocuparse porque destinar recursos a la tercera edad no es rentable; según su punto de vista, hay que ocuparse de la población activa, no de los que ya no sirven ni producen ni consumen. Olvidan que por cada enfermo hay uno o varios cuidadores que abandonan su vida para ocuparse del enfermo, o sea que el problema afecta también a parte de esa población activa. Y olvidan que cuidar a un enfermo de alzheimer cuesta mucho dinero, y se gasta y consume mucho en medicamentos (que no curan pero sí ayudan a sobrellevar la enfermedad), alimentos especiales, aparatos varios, etc.

Pero no hay voluntad real de los estados de atajar el problema, como no hay voluntad real de atajar otros problemas que generalmente afectan a los pobres, que para los gobiernos suponen siempre una carga. Díganselo por ejemplo al cabrón genocida de Bush, que cansado de matar iraquíes ahora quiere acabar con los niños pobres de su país.

Lo que menos le preocupa a un enfermo y a su familia es que un "investigador" descubra la manera de ganar dinero, perdón, una supuesta cura para la enfermedad. A un enfermo y a sus familiares les preocupa el día a día: tener una medicación, una atención psicológica, una manta o colchón antiescaras, tener que esperar que una inspección médica entienda que un enfermo necesita más de un pañal o cubrecamas o salvaslip diarios, o que el agua gelificada o espesante son imprescindibles y no un lujo que hay que mendigar, conseguir ayuda para adaptar su hogar... Porque ésa es otra: una persona que ha estado toda su vida cotizando a la seguridad social, cuando llega a esta situación siente que tiene que mendigar lo que en justicia le pertenece: una asistencia sanitaria digna que ya ha pagado con creces... Pero repito: como el enfermo de alzheimer es una carga para el estado, pues. Pero, parafraseando: dentro de 40 años todos los españoles ancianos y dentro de 60 España ha muerto (Expaña...), a no ser que se mezcle con los inmigrantes, la única esperanza de supervivencia del homo hispanicus.

Bueno, lo dejo porque si no pues. Un consejo, Lou: no te creas todo lo que cuentan, sobre todo cuando hablen de curas milagrosas de enfermedades crónicas. La mayoría de las veces son sondas que lanzan los mismos "investigadores" para seguir mamando de la teta de las becas y donaciones.

 

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