Todo el mundo destaca en algo

Y si no que se lo digan a Peter Homer, un ingeniero aeroespacial desempleado desde Febrero de este año, y cuyos últimos trabajos han estado relacionados con las ventas, que acaba de ganar el concurso puesto en marcha por la NASA para encontrar un nuevo guante para sus astronautas. Su guante:


Según el mismo Homer declara, no sabía nada de cómo se fabrica un guante, ya no digamos uno espacial, por lo que ha tenido que aprender tanto la técnica como averiguar qué diseño y materiales usar para que el guante cumpliera los requisitos de la NASA (ser más cómodo, duradero y flexible que los actuales, además de barato e innovador), así como fabricar él mismo las piezas metálicas necesarias o el equipo de pruebas.

Y por lo visto ha dado en el clavo: no solo cumple las condiciones básicas, sino que, además, es barato, ya que ha comprado la mayoría de los componentes y materiales en tiendas locales. Según él, quería demostrarles a sus hijos que uno puede hacer todo aquello que se proponga, y creo que lo ha conseguido.

Enhorabuena y que disfrute de sus bien merecidos 200.000 dólares de premio.

Lo que no consigo entender, y de ahí el título de la entrada, es como un cerebro así se ha estado malgastando en otras cosas...